viernes, 18 de enero de 2008

Gestión de proyectos e inversiones


Tomando como inspiración el post de Carlos Blanco sobre beneficios o impuestos, un par de reflexiones sobre cómo gestionamos el I+D.

En nuestra compañía llevamos utilizando desde 1998 un sistema on-line desarrollado in-house que nos permite:

  • controlar los clientes activos
  • gestionar los contratos de cada cliente
  • dividir los proyectos en órdenes de trabajo (OTs), tantas OTs cómo fases o peculiaridades de un desarrollo particular
  • manejar los costes e inversiones externas relacionadas con un contrato (compras, subcontrataciones, etc.)
  • a parte de otras funcionalidades (facturación, gestión de personal, informes, etc...)
El objetivo principal es el de tener una fotografía exacta de todo lo que se está realizando en la compañía:
  • todos los empleados (desarrolladores, técnicos, etc.) imputan en el sistema a las OTs que tienen asignadas las horas dedicadas al desarrollo de las tareas y los proyectos
  • desde operaciones se controla el avance de los proyectos, gracias también a la relación de las horas dedicadas a una tarea y sobre todo a lo que denominamos devengado, o avance real del proyecto
  • el gerente de cuenta puede valorar la rentabilidad del proyecto con su cliente, tomar nota de los posibles desvíos en el desarrollo y mejorar en global en la estimación en tareas similares para proyectos futuros
  • la dirección de la compañía obtiene así una imagen centralizada del funcionamiento de las operaciones, su rentabilidad global y de cada uno de los clientes o proyectos
El mismo sistema lo utilizamos en la gestión de las inversiones.
En este caso utilizamos un cliente por producto, con sus contratos por cada área de gestión del ciclo de vida del mismo.
Nos permite tener una visión clara de las horas dedicada a un determinado producto y en una fase concreta (investigación de mercados, análisis, desarrollo, pruebas, marketing, soporte a clientes, Q&A, etc.). El sistema además nos proporciona una visión económica de los costes reales de cada una de las tareas, teniendo en cuenta tanto los costes salariales cómo los costes de infraestructura y staffing repercutidos por cada puesto de trabajo.

Poder analizar un proyecto desde el punto de vista de la dedicación real en las diferentes fases, nos ayuda a identificar, por ejemplo, si una versión de uno de nuestros productos ha tenido más problemas que otra, y comparar por ejemplo la dedicación al aseguramiento de calidad (QA). O poder planificar con exactitud la carga de trabajo en procesos loosely-coupled entre I+D y Marketing (documentación, campañas beta, formación de formadores, etc.).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Diego,

Me gustaría saber si comercializais el software de gestión de proyectos.

Mi nombre es Rafael Garrido, trabajo en Secuoyas y mi teléfono de contacto es el 915 613 719

Mil gracias

Rafa